En el nuevo trabajo, los investigadores describieron receptores que no contrajeron la enfermedad priónica pero empezaron a sufrir síntomas de demencia acompañados de la aparición de marcadores de la enfermedad de Alzheimer. Estos casos indican que la enfermedad de Alzheimer, al igual que las infecciones por priones, es iatrogénica, es decir, que no surge de forma espontánea (esporádica) ni se debe a la herencia, sino que se adquiere por exposición a agentes ambientales.
Aunque es probable que la enfermedad de Alzheimer iatrogénica sea poco frecuente y no hay motivos para creer que el beta-amiloide pueda transmitirse entre individuos en la vida cotidiana, los autores concluyen que deben tomarse medidas para prevenir la transmisión accidental a través de procedimientos médicos y quirúrgicos.