Investigadores de la Universidad de Cambridge han hallado una nueva explicación de los efectos beneficiosos del ayuno de corta duración, que se reflejan en la reducción de la inflamación a largo plazo y del riesgo de padecer varias enfermedades crónicas. Los resultados del estudio se publican en la revista Cell Reports.
Los expertos han descubierto que el ayuno aumenta el nivel de ácido araquidónico (ARA) en la sangre, lo que suprime los procesos inflamatorios no deseados. Tales procesos pueden desencadenarse por la actividad de complejos multiproteicos específicos llamados inflamasomas, que intervienen en la destrucción de células no deseadas. Los inflamasomas como el NLRP3 están relacionados con varias enfermedades graves como el Alzheimer y el Parkinson.